En la vida, hay una secuencia en la que el orden de los factores es clave para el resultado y la forma en la que transitamos el recorrido hasta él.
SER – HACER – TENER
Este orden marca que todo comienza por Ser quien eres, desde ahí Hacer lo que vaya en coherencia y como resultado, Tener los frutos de esas acciones.
Sin embargo, lo más habitual es vivir con el orden cambiado. Creer que somos en base a lo que tenemos, que para ser algo, hay que hacer esto otro o que podremos hacer X cuando tengamos Y.
Hay mucha tinta sobre este asunto, y no es mi objetivo hacer una nueva disertación sobre ello.
Al menos, no tal cual.
Porque lo que sí voy a hacer, es convertir esa ‘ley del orden’ en la de las 3 M’s de un negocio:
MENTALIDAD – MARCA – MARKETING
Que el Ser-Hacer-Tener es aplicable ya de por sí a los negocios, claro, pero de esta forma podemos verlo más aún más aterrizado: la mentalidad y la marca como las patas del Ser y el marketing como el Hacer que lleva a Tener determinados resultados.
El orden de los factores sigue siendo clave. Y cambiárselo en la práctica, nuestro deporte favorito.
Vayamos M por M.
Mentalidad
No se puede esperar a tener éxito, para desarrollar una mentalidad empresarial. Aquí no hay huevo o gallina. La mentalidad va primero. Fin del dilema.
Para que un negocio pueda prosperar y sostenerse, es esencial que quién lo capitanea tenga una mentalidad que le lleve a:
- Creer en sí mismo/a y en su negocio
- Vender(se) con confianza y seguridad
- Actuar a pesar de las dudas y los miedos
- Invertir en el negocio
- Ver y aprovechar las oportunidades
- Atreverse a innovar y arriesgar
- Analizar y tomar decisiones
- Saber planificar, priorizar y delegar
- Estar en continuo aprendizaje
- Generar y aportar valor
- Tener disciplina y perseverancia
- Buscar soluciones creativas a los problemas
- Hacerse responsable de sus acciones y resultados
- Abrazar y adaptarse al cambio
Todo esto parte de un trabajo de autoconocimiento y de toma de consciencia y responsabilidad, sin el cual todo lo que se construya, está siempre a un toquecito de derrumbarse.
Marca
La otra pata a trabajar en profundidad antes de pasar a la acción, es el branding. Es decir, los cimientos y la esencia de la marca.
- El posicionamiento
- La propuesta de valor
- La personalidad
- El propósito
- Los valores
- La identidad verbal
- La identidad visual
- La experiencia de marca
Si un negocio quiere llegar, destacar, conquistar y quedarse, no queda otra. Tiene que estar construido sobre una marca que sepa quién es, cómo es, por qué existe, en qué cree, qué quiere y puede aportar, qué le diferencia del resto…
Una que además sepa transmitirlo de forma clara y genuina.
Y por descontado, que lo ponga en práctica a través de sus acciones y productos o servicios.
Ya puedes dejarte el resto y el presupuesto haciendo marketing, que si detrás no hay una marca sólida y que conecte de forma auténtica, el éxito será un accidente efímero que a la mínima se irá en otra dirección.
Marketing
La acción es básica, esencial, imprescindible, (imagina aquí todos los adjetivos posibles que enfaticen esta idea), pero sin trabajar la mentalidad, la marca y la estrategia, el Hacer es errático y poco fructífero.
Además de agotador.
Tener todo bien afinado, es lo que te permite poner en marcha acciones de marketing y estrategias que estén alineadas contigo, con tu marca y con los objetivos, necesidades y recursos de tu negocio en cada momento.
Discernir entre lo que tienes-quieres-puedes hacer y las modas, los objetos brillantes y lo que dice no sé quién que deberías estar haciendo.
Y como consecuencia lógica, Tener resultados coherentes y sostenibles.
TE RELEVO LA TECLA | Cuéntame en comentarios, ¿aplicas este orden en tu vida y en tu negocio?